EL QUE PIERDA SU VIDA POR MI, LA SALVARÁ (Mt. 10, 37- 42)

Estemos dispuestos a dar de nosotros mismos cada día para servirle a Jesús y a las personas que nos rodean.

PARA REFLEXIÓN:

1.¿Realmente agradezco a Dios todo el amor que recibo de Él?
(Repaso todas las formas, hechos circunstancias que experimento del amor de Dios)

2.¿Amo a quien me ama?
¿Amo a quien nadie ama?
¿Amo a quien me cuesta amar?
¿Demuestro el amor a Dios en el servicio a los demás?

¡El que pierde su vida por mi la salvará!

  1. ¿Qué tan presente tengo esta promesa? ¿Busco vivirla?