TRABAJEMOS TODOS JUNTOS EN LA VIÑA DEL SEÑOR (Mt. 21,23-33)

El Señor nos ha dado este mundo para hacerlo crecer, somos responsables de lo que suceda.
Decidamos dar frutos de amor y vida .

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Reconozco al Señor como dueño de la Viña a la que pertenezco, y que yo estoy a su servicio?
  2. ¿Qué frutos ha dado mi relación con el Señor, el dueño de la Viña, en beneficio para los demás?
  3. ¿Qué más puedo hacer por la viña del Señor?