Domingo 08 de marzo
LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 13, 14. 43-52
En aquellos días, Pablo y Bernabé continuaron su viaje, y de Perge fueron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos judíos, y algunos que se habían convertido al judaísmo, siguieron a Pablo y a Bernabé, éstos conversaban con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. El sábado siguiente, casi toda la ciudad se congregó para la palabra de Dios. Al ver esa multitud, los judíos, se llenaron de envidia y contradecían con insultos las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía: “A ustedes teníamos que anunciarles en primer lugar la palabra de Dios; pero ya que la rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, sepan que ahora nos dedicaremos a los paganos. Así nos ha mandado el Señor: “Te he puesto como luz de las naciones, para que lleves la salvación hasta los confines de la tierra”. Al oír esto, los paganos llenos de alegría glorificaban la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos instigaron a las mujeres distinguidas y piadosas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio. Ellos en señal de protesta, sacudieron el polvo de sus pies y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
- Aclama al Señor, tierra entera, sirvan al Señor con alegría, entren en su presencia con vítores.
- Sepan que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño.
- “El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades”
LECTURA DEL LIBRO DEL APOCALIPSIS 7, 9. 14b-17
Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, imposible de contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Estaban en pie delante del trono y del Cordero, vestidos con túnicas blancas y con palmas en sus manos. Y uno de los ancianos me dijo: “Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo Y el que está sentado en el trono habitará entre ellos. Ya no pasarán ni hambre ni sed, no les hará daño el sol no el calor agobiante. Porque el Cordero que está en el trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos”.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN: 10, 27-30
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellos me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. El Padre y yo somos uno”.
Palabra de Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.