Domingo 08 de marzo
LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 3, 13-15.17-19
En aquellos días, Pedro dijo a la gente “El Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que ustedes entregaron y rechazaron ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Ustedes rechazaron al santo, al justo y pidieron el indulto de un asesino; ustedes mataron al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicieron por ignorancia, de la misma manera que sus autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había dicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que se borren sus pecados”.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Haz brillar sobre nosotros el resplandor de tu rostro.
- Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío; tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración.
- Hoy muchos dicen: “¿Quién nos hará ver la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?”.
- En paz me acuesto y en seguida me duermo, porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo.
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APOSTOL SAN JUAN: 2, 1-5a
Hijos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguno peca, tenemos un abogado ante el Padre: a Jesucristo, el justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: “Yo lo conozco”, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS: 24, 35-48
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: “Paz a ustedes”. Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: “¿Por qué se asustan?, ¿por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies: soy yo en persona. Tóquenme y dense cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como ven que yo tengo”. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría y el asombro, les dijo: “¿Tienen ahí algo de comer?”. Ellos le ofrecieron un trozo de pescado asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: “Esto es lo que les decía mientras estaba con ustedes: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y Salmos acerca de mí tenía que cumplirse”. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió “Así estaba escrito: el Cristo padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de esto”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.