Domingo 08 de marzo
LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 14, 21b-27
En aquellos días, Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios. En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi Rey
- El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas.
- Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas.
- Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad.
LECTURA DEL LIBRO DEL APOCALIPSIS 21, 1-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han desaparecido, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: “Ésta es la morada de Dios entre los hombres: habitará con ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. Él secará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque todo lo antiguo ha pasado”. Y el que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas”.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN: 13, 31-33ª. 34-35
Gloria a ti, Señor.
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre, y Dios ha sido glorificado en él Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: y lo hará muy pronto. Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros; como yo los he amado. En esto reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan unos a otros”.
Palabra de Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.