DIVINO GRANO DE TRIGO (Jn 12, 20-33)

Entremos a la Senana Santa con la esperanza de llegar con Cristo al monte Gólgota llorando nuestros pecados, pero abiertos a contemplar la gloria que Él mismo experimentó haciéndonos partícipes del gozo de su salvación.
(P. Mario Yepes)

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿A quién le pido qué me lleve a Jesús?
  2. El grano de trigo necesita caer en tierra enterrarse y morir para dar fruto.
    ¿Qué estoy dispuesto dejar morir para dar fruto?
  3. La ofrenda que posibilita la comunión con Dios ya no son los sacrificios de la antigua alianza, sino la entrega «perfecta» del Hijo en obediencia al Padre.
    ¿Qué entrega total me pide el Señor?