JESÚS EN MÍ, ME MUEVE A AMAR (Mc.12, 28-34)

Jesús nos enseña que la observación de los rituales religiosos es menos importante que el amor a Dios y el amor al prójimo.
Es una elección que hacemos a diario, hoy elijo amar a Dios en mis hermanos, elijo tratar bien a Dios en el más vulnerable y en todos.

SEÑOR, te doy gracias por enseñarme a amarme, amar a los demás sabiendo que no sólo necesito amar a aquella persona que menos quiero, sino que también puedo amar al que lo necesita.

Para Reflexión:

  1. ¿Me amo a mi mismo y amo a los demás como Dios me ama?
  2. ¿A quiénes me cuesta amar?
  3. ¿Si yo no puedo amar, le pido a Jesús que Él ame en mi corazón?

¡ÁNIMO, LEVÁNTATE! JESÚS TE LLAMA (Mc. 10, 46-52)

Conocer a Jesús es un don de Dios y sólo Él nos puede abrir los ojos a la fe.
Bartimeo escucha su voz y lo reconoce como el Hijo de David, es curado y comienza a seguirlo.
Así como a Bartimeo, Jesús nos quiere liberar de nuestras ceguera, de todo dolor y debilidad.
Sólo nos pide ver su persona.

Señor, danos ojos nuevos, esa mirada como la tuya para que podamos ver todo lo bueno, para vernos tal como somos, para verte siempre a nuestro lado y podamos seguirte.
Aumenta la luz de nuestra propia fe

Para Reflexión:

  1. ¿Cómo anda mi ceguera espiritual?
  2. ¿Qué cosas concretas he hecho esta semana que muestran que sigo a Jesús?
  3. Así como Bartimeo pidió:
    ¡Maestro que pueda ver!
    ¿Qué cosas he pedido yo durante los últimos días? y ¿Qué cosas necesito pedir hoy?

EL QUE QUIERA SER GRANDE, SE HAGA SERVIDOR DE TODOS (Mc. 10, 35-45)

Jesús no viene para ser servido, sino para servir. Nos expone su sentido de verdadera grandeza: el servicio y el cuidado de los demás.

Señor, humildemente te pedimos nos des un corazón grande para amar sin miedos, fuerte para luchar y generoso para entregarnos a nosotros mismos como un don a los demás. 
Centrar la propia vida sobre la base del amor-servicio.

Para Reflexión:

  1. ¿En algunas oportunidades actuó como Santiago y Juan, buscando o esperando reconocimiento, privilegio prestigio?
  2. ¿Práctico estas palabras de Jesús?:
    El que quiera ser grande, se haga servidor de todos.
  3. ¿Puedo beber el Cáliz de Salvación? ¿Estoy contento de participar en el sufrimiento de Cristo? (1 Pedro 4, 13).
  4. En la segunda lectura (Hb.4, 14-16) nos dice:
    Jesús Sumo Sacerdote se compadece de nuestras debilidades .
    ¿Me acerco con seguridad a su Trono de Gracia para que me auxilie oportunamente?

DEJAR TODO PARA GANAR EL REINO (Mc.10, 17-30)

El Evangelio de hoy, Jesús propone amar a los demás, respetar su vida y su integridad .
*No dependamos de nuestra propia seguridad.
*Lo que guardamos y no necesitamos, le pertenece al hermano necesitado.
¿Cómo se puede vivir con el desprendimiento que Él propone?
En las palabras finales de este pasaje, Jesús deja bien claro que nuestros propios esfuerzos no nos harán poseer la vida eterna.

Señor, te pedimos la gracia de rechazar lo que se interpone entre nosotros, poder seguirte sin dudas de manera que la vida eterna llegue a nosotros, aquí en la tierra.

Para Reflexión:

  1. ¿Cómo reaccionaría yo ante la propuesta de Jesús? ¿Quedaría triste o feliz?
  2. ¿Yo soy dueño de mi cuenta corriente, o yo le pertenezco a mi cuenta corriente?
  3. ¿Cuál es la relación entre mis propiedades y mis bienes (materiales y espirituales) y la Vida Eterna?

DEJAD QUE LOS NIÑOS VENGAN A MI (Mc. 10, 2-16)

El evangelio de hoy es una invitación a cuidar a la familia como regalo precioso de Dios.
Los niños deben sentir el amor de Jesús
a través de sus padres.
Lamentablemente, muchos matrimonios, por diversas razones, no han sido capaces de vivir este don en plenitud.

Señor Jesús, te pedimos por todos los matrimonios para que tu misericordia llegue a todos los que están experimentando, o han experimentado, dificultades matrimoniales.

Para Reflexión:

  1. A Jesús le preguntan sobre el divorcio , y Él recuerda: todos tenemos la misma dignidad, hombres y mujeres.
    Durante este tiempo de pandemia muchas mujeres, niños y mayores han sufrido violencia y maltratos.
    ¿Me he preocupado por ellos?
  2. ¿Cómo he sido testigo de la misericordia del Señor con las personas rechazadas?
  3. ¿Recibo el Reino de Dios con total apertura como los pequeños, rechazados los débiles?