…porque se busca el bien del hermano, si te hace caso, haz salvado a tu hermano
( Mt. 18, 15-20)
La Palabra de hoy nos invita a darnos con amor.
Nuestra fe no vive el individualismo sino en comunidad.
Jesús debe ser el centro de esta experiencia.
Cuando corregimos tener presente nuestra viga en el ojo y no rebuscar la paja en el ojo del hermano.
La humildad y el escucharse es la clave vital para una buena común – unión.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Me he arriesgado a practicar la CORRECCIÓN FRATERNA?
- Cuando lo hice, ¿cómo me sentí?
- ¿Soy consciente que está en juego la salvación de mi hermano?
- En los últimos meses, ¿cuántas veces he agradecido a Dios por la corrección fraterna?
- Al practicar la corrección fraterna, ¿mi intención principal (móvil) ha sido el amor por la otra persona? ¿La forma fue la más adecuada reflejando mi amor o mi ira?