Jesús es la Vid y nosotros los sarmientos, por lo tanto nuestra vida como cristianos depende totalmente de ella.
PARA REFLEXIÓN :
- ¿Qué parte de mi vida necesita ser alimentada por esa savia que es Jesús?
- ¿Qué parte de mi vida están secas y pido al Señor que las pode para abrirme a nuevas metas y horizontes?
- En algunas oportunidades no producimos frutos porque no estamos unidos a Cristo, a la Iglesia su cuerpo vivo.
¿Estoy unida (o) a Cristo, a su Iglesia para ser fecundo? - ¿Qué fruto abundante he dado la semana pasada por estar unida a Cristo?