Los seguidores de Jesús no pueden cumplir su misión encomendada con sus motivaciones y fuerzas humanas sino con la acción del Espíritu Santo que les ha sido entregado, el verdadero impulsor de la obra evangelizadora de la Iglesia.(cf)
«El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres»
P.Mario Yepes.
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Quién es el Espíritu Santo para mi?
- ¿Cómo actúa, cómo está presente el Espíritu Santo en mi vida, entre mi familia, entre mi comunidad?
- ¿Cuándo fue la última vez que me hablaron del Espíritu Santo y hablé yo de Él?
¡Invoquemos al Espíritu Santo, que sea fuente de amor y vida!