Jesús repartiendo y compartiendo sin medidas el Pan de su Amor, como amigo que se entrega sin reservas, dando lo mejor de sí.
Siempre escucha nuestra súplica humilde y sincera, nos ama y sabe de nuestras necesidades.
Dios también espera que nosotros vayamos en ayuda de los más necesitados y que compartamos lo poco que tenemos esa es la actitud del buen cristiano.
Agradezcamos a Dios sinceramente y pidamos nos ayude a obrar siempre en lo correcto para hacer su voluntad .
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Estoy pendiente de las necesidades de los demás?
- ¿Participo de la Eucaristía desde una actitud de servicio y entrega como Jesús?
- ¿Tengo la actitud de abrir las manos con humildad a lo que Dios disponga, agradeciendo sinceramente y confiando en el tiempo oportuno en el que Dios se manifestará?