No perdamos la fe, aquella que nos lleva a descubrir en las cosas más sencillas la extraordinaria fuerza del amor de Dios.
PARA REFLEXIÓN :
- ¿Reconozco la presencia de Dios en lo cotidiano, en las cosas que me son familiares?
- ¿En los fracasos reconozco o descubro los planes de Dios y me dejo sorprender?
- ¿Pienso en aquellas situaciones en que se revela mi falta de fe?