¡NO SERVIR A DOS AMOS!(Lc.16, 10-13)

Rompamos la indiferencia hacia el projimo y no caigamos en la idolatría del dinero.

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Cómo estoy empleando todos mis talentos con astucia e ingenio para transmitir el evangelio?
  2. ¿Mis inquietudes, talentos y energía muestran a quien sirvo, a Dios o al dinero?
  3. ¿Qué viene del mundo y me ata? ¿Qué viene de Dios y me libera?