El templo debe ser un lugar para la comunión y el encuentro cercano con Dios.
Dios no sólo está en los templos materiales, sino también dentro de cada uno de nosotros.
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Vivo hoy el respeto y el amor por los lugares sagrados y los momentos de oración?
- ¿Que hago para purificar mi fe en Jesús? ¿Qué hago para conocerlo más? ¿Cómo es mi oración con El? ¿Que hago para crecer en el amor a los demás? Jesús expulsó a los que profanaban el templo.
- ¿Qué me enseña esta actitud de Jesús sobre el respeto a lo sagrado y al lugar de oración?
- ¿Soy valiente al defender la santidad de nuestro «templo» que es Jesús mismo? ¿Qué hago para ello? ¿Qué cosas en mi vida debo expulsar porque me impiden ser verdadero «templo de Dios?

y luego