En la parábola del trigo y la cizaña tenemos un binomio o sea el bien y el mal. Los fieles, representados por el trigo, y los infieles, representados por la cizaña. Es la voluntad de Dios que junto al trigo exista también la cizaña, lo positivo y lo negativo al mismo tiempo .Es la voluntad soberana de Dios que su pueblo sepa que en medio de las tinieblas, la luz resplandece más.
Permitamos que el trigo y la cizaña crezcan juntos, tal como Dios lo ha dispuesto. No queriendo separar y sacar la cizaña, porque Dios y sus ángeles lo harán al final de los tiempos. A nosotros solamente nos corresponde sembrar la semilla y regar el campo con oración, y es el Señor quién dará el crecimiento en su tiempo .
Preguntas para reflexionar:
¿Cuál es mi cizaña y cuál es mi trigo?
¿Que tanto me esfuerzo en dejar la cizaña que tengo en mi vida ? Aún cuando no tengo éxito?
¿Tengo puesta mi esperanza en el Señor? ¿ Cómo se manifiesta?
Paso a paso uno construye, la semilla tiene su fuerza interna