CONOZCO A LAS MIAS Y ELLAS ME CONOCEN  (Jn.10, 11-18)

Estar en Cristo es conocer al Padre, son Uno.

La voz de Dios está  en las escrituras, debemos de leer, releer y meditar para que penetre y se nos permita «escuchar su voz»  que habla de paz, amor que nos enseña y consuela. También está en el silencio de nuestra oración.

Señor, escucho tu voz de amistad, te reconozco y me animas a seguirte.
Nada temo porque tu vas conmigo.
Una vez más tus palabras consuelan nuestro corazón, Tú  nos conoces, Tú  nos defiendes de cualquiera que nos quiera separar de Ti.
Te pedimos Señor, nos des «Buenos Pastores» que animados de tu ejemplo nos conduzcan por caminos que los tiempos actuales requieren .

Para Reflexión:

  1. ¿Conozco a Jesús? ¿tengo una relación cercana con Él?
  2. ¿Reconozco a Jesús como mi Buen Pastor? ¿Tengo confianza en Él?
  3. ¿Qué  experiencia he tenido en el último año de Jesús  como mi Buen Pastor?

JESÚS CAMINA JUNTO A NOSOTROS ( Lc.24, 35-48)

Muchas veces nos sentimos muy semejantes a los dos discípulos de Emaús, temerosos y llenos de esperanzas rotas.
Jesús explica a sus discípulos que todo aquello tenía que suceder para que se cumplieran las escrituras.
Jesús nos da la clave, abrio el entendimiento para que el plan de Dios se cumpla, y ponerlo en práctica será en nombre de Jesús.
Pide a sus amigos que ellos tendrán que ser sus testigos. También me lo pide a mí, y oro para ser un testigo fiel de la Resurrección.

Para Reflexión:

  1. ¿Qué me paraliza hoy? ¿A qué le tengo miedo? ¿Qué me impide reconocer a Jesús resucitado cada día en mí?
  2. ¿Le pido a Jesús que me ayude a entender las escrituras como lo hizo con sus discípulos? ¿Lo hago con frecuencia?
  3. ¿Me abro a la Resurrección de Jesús, para gozar de los planes y propósitos de Dios?
  4. ¿Cómo soy testigo de Jesús Resucitado? ¿De su alegría de su paz?