Necesitamos allanar, preparar los caminos del Señor para que queden limpios.
Tener fe que Cristo llega en cualquier momento y tenemos que estar preparados
para que nos encuentre con el alma limpia.
Allanar, rebajar las colinas de nuestro egoísmo, prepotencia, envidias, criticas consumismo, etc. para abrir los caminos y elevar valles de la confianza, solidaridad, generosidad, del servicio hacer el bien, y así encontrarnos con El Salvador.
Vivir con integridad afinando nuestro ser Cristiano, que nuestro amor siga creciendo más y más, esperar a Jesús invictos e irreprochables.
Para Reflexión:
- En este año Litúrgico que ha transcurrido
¿Qué sendero he allanado? ¿Qué valle he elevado? - ¿Qué puedo hacer para alimentar mi amor y conocimiento de Dios?
- ¿Qué propósitos y efectivos cambios me pide el Señor para poder ver la Salvación de Dios?