Nuestras impotencias, cansancio y noches sin frutos, frente a estas experiencias el Señor nos invita a «Remar mar adentro y echar las redes» , no quedarnos en la orilla del dolor.
Escuchemos la invitación apasionante del Señor .
PARA REFLEXIÓN:
- Pedro y compañeros trabajan toda la noche, se sienten cansados y quizás frustrados, no han pescado nada. Sin embargo al aceptar la invitación del Señor de echar las redes, este acto de servicio le cambia la vida a Pedro. ¿ Qué experiencia tengo yo de esto, en que oportunidades pequeños actos de servicio me ha cambiado la vida?
- Pedro aún cansado confía en Jesús. Eso nos sucede a nosotros también como discípulos, a veces cansados nos cuesta y lo volvemos a intentar porque Él nos lo pide. Cuesta ver frutos en el perdón y en su nombre, lo volvemos a ofrecer, también cuesta trabajar en un ambiente donde nadie cree, y en su nombre seguimos adelante. ¿Ante lo que me parece imposible, soy capaz de confiar en Jesús? ¿Con qué situación me ha pasado o me está pasando?
- Como consecuencia de la pesca milagrosa hay una explosión de alegría y jubilo, es Jesús quien nos promete una pesca abundante.¿Qué le respondo a Jesús?