PARA REFLEXIÓN:
- ¿Cómo llevo a mi vida diaria la Comunión?
- ¿Soy consciente del porqué comulgo?
- Jesús establece una Nueva Alianza.
¿Cuál es mi compromiso en ella, cual es la parte que me toca?



Los seguidores de Jesús no pueden cumplir su misión encomendada con sus motivaciones y fuerzas humanas sino con la acción del Espíritu Santo que les ha sido entregado, el verdadero impulsor de la obra evangelizadora de la Iglesia.(cf)
«El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres»
P.Mario Yepes.
¡Invoquemos al Espíritu Santo, que sea fuente de amor y vida!

1.¿Estoy anunciando hoy a Jesús? ¿Cómo?
2.¿Qué señales, frutos acompañan mi testimonio y el
anuncio de Jesús?
3.¿Soy conciente que el Señor me acompaña? ¿Qué efecto tiene en mi este don?

Si no hay amor, no hay vida
El amor de Jesús es entrega total.

Jesús es la Vid y nosotros los sarmientos, por lo tanto nuestra vida como cristianos depende totalmente de ella.

El «buen pastor» siempre está pendiente de sus ovejas, no las abandona nunca, está atento a cada una.

Ser testigo de Cristo significa:
1.¿Durante la semana pasada,
cómo y dónde he sido testigo de Jesús Resucitado?
¿Dónde y con quién me pide anunciarlo?
2.¿Cuáles son mis miedos y recelos para anunciar a Jesús?

Ahí estamos todos los que hemos creído que Jesús está vivo sin que nuestros ojos lo hayan podido comprobar.

