Cada uno de nosotros hemos sido llamados a esparcir y dar a conocer el amor de Dios, pasar la buena noticia a aquellos con quienes nos encontramos. Y todo esto, con la confianza de que Dios nos acompaña trabajando con nosotros.
Cada uno de nosotros es llamado a ejercer el ministerio de Jesús de un modo u otro. Somos llamados a ser «otros Cristos»; ser personas que desean dar a conocer y repartir el amor de Dios.
Para Reflexión:
- ¿Proclamo la buena nueva por la manera en que vivo, siendo una bendición para el mundo que Dios ha creado?
- ¿Conozco suficientemente el Proyecto de Jesús?
- ¿Qué me falta para madurar más en la fe?