DE LA ABUNDANCIA DEL CORAZÓN, HABLA LA BOCA (Lc. 6, 39-45)

La grandeza de toda persona está en la capacidad que tiene de corregirse oportunamente para ser mejor.
Es importante ser prudente sin
lanzar piedras o hablar mal de otros, esto solo demostraría la poca nobleza de corazón.

Señor, ayúdame a no ser soberbio ni sentirme por encima de los demás .Por el contrario que mis pensamientos y sentimientos sean positivos demostrando humildad y sencillez .

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Descubro que con frecuencia lo que más me molesta de las personas, yo también lo tengo? ¿Busco cambiar antes de exigir a la otra persona que cambie?
  2. ¿Cómo reacciono cuando alguien me corrige?
  3. Cuando corrijo ¿busco que sea una experiencia de sanación, una corrección fraterna? o ¿Busco que sea castigo?