Señor, danos la fortaleza para no desviarnos de tu camino a pesar de que el llamado sea duro, pero valdrá la pena y la recompensa inigualable.
Para reflexionar:
- Jesús nos dice: Si queremos ser sus discípulos debemos negarnos a nosotros mismos, cargar nuestra cruz y seguirlo.
¿Cuál es mi cruz de cada día? - En los momentos de dificultad o sufrimiento ¿Cómo pongo en práctica esto que nos dice el Padre? :
«Este es mi Hijo amado, mi Elegido, Escuchenlo» (compartir en familia). - Al cargar mi cruz, ¿tengo presente la Gloria que Dios me ofrece manifestada en la Transfiguración?