La voz de Dios está cerca y a mano en las Escrituras. Paro eso necesitamos tiempo para leer, volver a leer, meditar, de manera que la palabra de Dios penetre y se nos permita escuchar “su voz” que habla de paz, y que nos enseña y consuela.
SEÑOR, una vez más tus palabras consuelan nuestros corazones dolientes. Tú nos conoces; nos entregas tu mejor regalo, que es la vida eterna; Tú nos defenderás de cualquiera que trate de separarnos de TI.
PARA REFELEXIÓN:
- ¿Experimento o me reconozco que soy hija del Padre y que Jesús es mi buen Pastor?
- ¿Es tal mi relación con Jesús que puedo reconocer su voz?, si no es así ¿qué puedo hacer para lograrlo?
- ¿Qué relación tengo con Dios Padre?