Jesús pronto dejará a sus discípulos.
Los Bendice y entrará definitivamente al misterio del Padre.
Ya no los acompañará en presencia física pero les pide ser sus testigos de todas las enseñanzas y anunciar su proyecto de vida, que llegue a todos los pueblos el perdón y la Misericordia de Dios y el llamado a la conversión.
Enviará lo prometido por su Padre, la fuerza de lo alto: El Espíritu de Dios.
PARA REFLEXIÓN :
- ¿Soy testigo de Jesús? ¿Cómo lo he sido durante la pandemia o en las últimas semanas?
- ¿Es Jesús mi Salvador?¿Cómo lo comparto con los demás?
- ¿Qué dificultades u obstáculos encuentro para ser testigo? ¿Recurro a la fuerza de lo alto, Espíritu Santo?