¡ESTEMOS PREPARADOS! (Lc.12, 32-48)

Jesús también hoy nos hace una llamada a vivir con lucidez y responsabilidad, sin caer en la pasividad o el letargo.
Es la hora de que reaccionemos, despertar nuestra fe.
Estemos despiertos y vigilantes, desapegarnos de los bienes materiales, perecederos, para estar plenamente disponibles para trabajar por el Reino de los cielos.

PARA REFLEXIÓN:

1) ¿Dónde atesoro mi riqueza, en el cielo o en la tierra?
2) ¿Cómo se manifiesta en mi vida la esperanza del reino?
3) ¿Soy administrador fiel y solícito ? ¿Comparto la esperanza con mi prójimo?