¡DEJÉMONOS ENCENDER POR SU SANTO ESPÍRITU! (Lc. 12, 49-53)

El fuego que arde en el corazón de Jesús es la pasión por Dios y la compasión por los que sufren.
Jesús está ansioso de encender ese fuego del amor de Dios, en todos los corazones para que arda por todo el mundo.
No es que haya venido a traer división, pero su mensaje lo hará, ya que algunos lo rechazarán.

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Crees que Jesús vino a dividir?
  2. ¿Tengo la misma pasión de Jesús por construir el Reino?
  3. ¿Qué dificultades, tinieblas o miedos he vivido o vivo por participar en la misión?
  4. ¿Pido a Dios su sabiduría y fortaleza para saber que decir y hacer en estas circunstancias?