¡SEÑOR QUITA MI SORDERA! (Mc. 7, 31-37)

Pedimos a Dios nos libre de esa sordera y mudes y así ser testigos de Él.

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Qué significa «Effetá» para mí?
  2. ¿Soy sordo ante las necesidades de los demás?¿Como me muestro solidario?
  3. ¿Le pongo limitaciones a Dios?
    ¿Le entrego mis heridas angustias y preocupacione o me creo autosuficiente?
  4. ¿De qué forma transmito la Palabra sanadora de Jesús?