Si escuchamos la Palabra de Jesús y nos mantenemos cerca de Él durante nuestro camino, no tenemos nada que temer.
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Qué experiencia tengo en medio de la dificultad y desolación, Dios y el bien, siempre lo superan?
- ¿Qué signo de esperanza descubro en la Iglesia y en el mundo?
- ¿Qué me quita la esperanza y me causa tristeza?