NADIE DEBE SER EXCLUIDO, JESÚS ES DE TODOS. (Mc. 9, 38-41)

Hoy el Señor nos llama a buscar puntos de encuentro, tender la mano a todos los colaboradores que quieran luchar contra los males de este mundo.
Cada uno coopera de diferente manera en la misión de la Iglesia que es evangelizar.

Señor, ayúdanos a no criticar ni obstaculizar a los que trabajan por la construcción del Reino, que no caigamos en la pretensión de creer tener la verdad exclusiva, sino unámonos en un solo Espíritu y llegar a la unidad en la diversidad.

Para Reflexión:

  1. ¿En las discrepancias busco puntos en común o soy intolerante?
  2. ¿Tengo incoherencias que causan escándalo?
  3. ¿Acojo la llamada de Jesús a purificar la codicia presente en mi?