EL QUE QUIERA SER GRANDE, SE HAGA SERVIDOR DE TODOS (Mc. 10, 35-45)

Jesús no viene para ser servido, sino para servir. Nos expone su sentido de verdadera grandeza: el servicio y el cuidado de los demás.

Señor, humildemente te pedimos nos des un corazón grande para amar sin miedos, fuerte para luchar y generoso para entregarnos a nosotros mismos como un don a los demás. 
Centrar la propia vida sobre la base del amor-servicio.

Para Reflexión:

  1. ¿En algunas oportunidades actuó como Santiago y Juan, buscando o esperando reconocimiento, privilegio prestigio?
  2. ¿Práctico estas palabras de Jesús?:
    El que quiera ser grande, se haga servidor de todos.
  3. ¿Puedo beber el Cáliz de Salvación? ¿Estoy contento de participar en el sufrimiento de Cristo? (1 Pedro 4, 13).
  4. En la segunda lectura (Hb.4, 14-16) nos dice:
    Jesús Sumo Sacerdote se compadece de nuestras debilidades .
    ¿Me acerco con seguridad a su Trono de Gracia para que me auxilie oportunamente?