Seguir a Jesús es contemplar el amor.
Sólo una mirada, sólo una palabra y lo siguieron.
Jesús les enseñó una nueva forma de vivir.
Señor, no te alejes de mi, porque soy un pecador(a) que necesita de Ti, de tu palabra, de tu mirada .
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Reconozco que El Señor me llama?
¿Soy capaz de renunciar a mis propios sueños? - ¿Estoy dispuesto a remar mar adentro? ¿Que experiencia tengo de esto?
- ¿Soy o me reconozco «Pescador de hombres» por amor al Evangelio?