Muchas veces buscamos nuestra libertad, se nos hace pesado cumplir normas y nos alejamos de la verdad.
Pero tú Señor contra toda esperanza nunca nos dejas de amar, esperas paciente nuestro regreso y sales a nuestro encuentro, nos acoges y perdonas a pesar de nuestras ingratitudes e infidelidades.
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Cómo cuál de los hijos me identifico? ¿Cómo el menor que quiere su libertad y
rompe la relación de familia? ¿Cómo el mayor que se esmera en cumplir con las normas pero no sabe perdonar? - ¿Me identifico con la actitud del Padre? ¿Actúo de esa manera?
- ¿Qué tan conciente estoy del amor de Dios hacia mí? ¿Cómo se ha manifestado
esta conciencia de su amor en las últimas semanas? - ¿Acojo a todos incondicionalmente
como Dios lo hace con nosotros?