«DICHOSO LOS QUE CREEN SIN HABER VISTO» (Jn. 20, 19-31)

Ahí estamos todos los que hemos creído que Jesús está vivo sin que nuestros ojos lo hayan podido comprobar.

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Cómo vivo a Jesús Resucitado? ¿Comunico lo nuevo y bueno a quienes dudan? ¿Contagio esperanza a los que sufren?
  2. ¿Soy también capaz de transformar mis manos, mi corazón, mi mente en instrumento de Paz.?
  3. ¿Me permito tener al Señor Jesús presente ante las dificultades de mi vida cotidiana ?

DIVINO GRANO DE TRIGO (Jn 12, 20-33)

Entremos a la Senana Santa con la esperanza de llegar con Cristo al monte Gólgota llorando nuestros pecados, pero abiertos a contemplar la gloria que Él mismo experimentó haciéndonos partícipes del gozo de su salvación.
(P. Mario Yepes)

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿A quién le pido qué me lleve a Jesús?
  2. El grano de trigo necesita caer en tierra enterrarse y morir para dar fruto.
    ¿Qué estoy dispuesto dejar morir para dar fruto?
  3. La ofrenda que posibilita la comunión con Dios ya no son los sacrificios de la antigua alianza, sino la entrega «perfecta» del Hijo en obediencia al Padre.
    ¿Qué entrega total me pide el Señor?

DEJÉMONOS TOCAR POR CRISTO (Mc.1,40-45)

El Señor ama nuestra imperfección y nos limpia con su gracia.
Sabernos amados por Dios y con ese mismo amor, ¡amar a todos!

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿He experimentado el poder sanador y purificador de Dios?
  2. ¿Quiénes son los excluidos que están junto a mi?
  3. ¿Cómo actúo? ¿Soy empático, compasivo, acogedor?

MÁS HABLAN TUS ACCIONES QUE TUS ORACIONES (Mt. 5, 17-37)

«Si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar te acuerdas que tu hermano tiene quejas sobre ti, deja allí tu ofrenda y ve primero a reconciliarte con él»

PARA REFLEXION:

  1. Soy consciente de que Jesús me manda, no solamente a cumplir la ley, sino a cumplirla más allá y darle pleno cumplimiento?
    Por ejemplo: no sólo no hacer cosas malas sino purificar incluso mi pensamiento de tal manera que seamos capaces de luchar y vencer las insinuaciones del pecado
  2. Asumo la libertad que Jesús me da y por lo tanto entiendo que soy responsable de mis actos, omisiones y sus consecuencias?
  3. Siguiendo el ejemplo de Jesús, que lleva a plenitud el cumplimiento de la ley, creo que los cristianos no hemos de ser cumplidores de mínimos sino de su totalidad?

SAL A SER SAL Y LUZ PARA EL MUNDO
(Mt 5, 13-16)

Como sal de la tierra, podemos ser efectivos/as en llevar más sabor a la vida de los demás.
Y como luz, estamos llamados a alumbrar el verdadero camino de los demás y ayudarlos a encontrar a Dios.

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Con mi testimonio de vida corroboro mi fe cristiana?
  2. ¿Intento dar sabor a la vida de las otras personas?
  3. ¿Es mi vida luz que ilumina la realidad, siembro esperanza?
  4. ¿Tengo la generosidad de compartir mis dones con los demás para la Gloria de Dios?

POR TU PALABRA ECHARÉ LAS REDES
(Mt.4, 12-23)

La llamada de los primeros discípulos.
Jesús les hace una invitación amorosa, palabras sencillas que cautivan e impulsan:
«Sígueme” y “ven”.

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Mi decisión de seguir a Jesús es tan radical que lo dejo todo como lo hicieron los discípulos?
  2. Jesús nos llama a algo grande: » Ser pescadores de hombres», Misión de la Iglesia.
    ¿Cómo respondo a esta invitación?
  3. ¿Cuando evangelizo, pongo a Jesús en el centro de todo, o me predico a mi mismo(a).

ESTE ES EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO
(Jn. 1, 29-34)

PARA REFLEXIÓN:

  1. La humildad de Juan y Jesús
    ¿Qué me dicen? ¿Qué parte de mi vida puedo enriquecer?
  2. La identidad de Jesús viene de una revelación Divina.
    Así como Juan estuvo abierto a la revelación Divina del Padre de Jesús,
    ¿ Qué tan abierto estoy en mi conocimiento de Jesús?
  3. ¿Qué tan disponible estoy a la misión que Dios me encomienda?
  4. Juan testimonió lo que lo que vió y oyó
    ¿Cómo puedo dar testimonio de Jesús en mi entorno?

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANIA DEL SEÑOR
(Mt. 2,1-12)

Para Jesús no hay forasteros.
Para Él todos somos igualmente amados hijos, con todas las diferencias culturales o físicas que tengamos, pertenecemos a una familia, la que posee un solo Padre, nuestro padre Dios.

Señor Jesús, Ayúdame a encontrarte en los brazos de María, como los Reyes Magos lo hicieron.

PARA REFLEXIÓN:

  1. ¿Soy como los magos un buscador de Dios, dispuesta/o para crecer en mi vida de fe?
  2. ¿Soy Epifanía de Dios?
    ¿Cómo manifiesto su amor a los que están en mi entorno?

Los Magos le llevaron como regalo : Oro, Incienso y Mirra pero además le ofrecieron no sólo lo que tenían sino lo que eran: su ser, su persona, su vida. 

  1. ¿Qué regalo de mi cofre de tesoro estoy dispuesta/o a entregarle a Jesús?
    Todo lo bueno, le entrego lo mejor de mi en señal de mi amor, pero también lo peor de mi para que Jesús lo transforme.