JESÚS NUNCA NOS ABANDONA (Mc. 6, 30-34)

El Señor es nuestra justicia y nuestra paz.
se preocupa por nosotros y también nos invita al descanso para interiorizar, rezar tomar fuerzas para transformar nuestro corazón y renovarnos después de una larga labor.
Sin embargo tenemos que aprender de Él y estar atentos a las necesidades de tanta gente desorientada que necesita de unas palabras de consuelo de amistad .
Por eso, en el Evangelio de hoy, Jesús se compadece de la gente, al ver que andan desorientados, como ovejas sin pastor. Él ve la miseria espiritual del pueblo por eso comienza a enseñarles.

Señor, ayúdanos a encontrar en el descanso interior la fuerza de estar atentos y acoger sirviendo con alegría a los que necesiten de nosotros .

Para Reflexión:

  1. ¿Me doy tiempo para el descanso interior, aquel que me permite rezar, interiorizar y fortalecer el corazón?
    2 . ¿Soy un Buen Pastor en mi familia, mi trabajo, mi comunidad, respetando la dignidad y libertad de los demás?
  2. ¿Acompaño desde una actitud de acogida a las personas que me buscan, teniendo como ejemplo a Jesús? ¿Estoy atento a sus necesidades?

LOS ENVIÓ DE DOS EN DOS (MC. 6, 7-13)

El Evangelio es anunciado por aquellos que saben vivir con sencillez, todo aquel que se siente libre y que conoce el gozo de caminar por la vida sin sentirse esclavo de las cosas.
Jesús los envía en parejas de a dos, y los instruye, no lleven nada para el viaje, bastaba un bastón, una alforja y unas sandalias.
Estaban enteramente confiados de la presencia de Dios en su camino.
Su objetivo era ir de casa en casa llevando la buena noticia.

Señor, oro para qué por el poder del Espíritu Santo, pueda irradiar la luz de tu amor a aquellos que encuentro en mi vida diaria.

Para Reflexión:

  1. ¿Qué quiere Dios de nosotros?
  2. ¿Somos consientes que tenemos la Bendición de Dios y el impulso del Espíritu Santo?
  3. ¿Nos alimentamos de la oración y la Eucaristía para darnos fortaleza y salir a proclamar la Buena Nueva?

CON NOSOTROS ESTÁ Y NO LO RECONOCEMOS (Mc.6, 1-16)

Aún después de todos los milagros y curaciones que Jesús efectuó, Él aún no era aceptado incluso en su propia gente. Cuando enseñó en la sinagoga, ahí sus oyentes estaban asombrados que este hombre ordinario, el que conocían como el carpintero, pudiera alcanzar tal sabiduría, y ellos lo rechazaron.

Señor, ruego para que yo pueda reconocer tu Presencia en los encuentros ordinarios de mi día.

Para Reflexión:

  1. ¿Qué impresión deja Jesús en mí al escuchar su palabra por algún miembro de la familia o comunidad?
  2. ¿Reconozco a Jesús en lo sencillo, en lo cotidiano, en lo solidario? ¿Lo reconozco en los demás?
  3. ¿Soy consciente que Él es mi fortaleza? si es así ¿Vivo contento a pesar de las dificultades, preocupaciones, debilidades?
  4. Y yo, ¿hago mi parte para ayudar en la construcción del Reino? ¿Soy solidario, proclamo la Palabra y la hago Vida?

FE, DON DEL ENCUENTRO CON JESÚS (Mc.5, 21-43)

La fe en Jesucristo nos da un corazón nuevo para vivir.
Creer contra toda esperanza, caminar con Jesús ante las adversidades de la vida con la certeza de que el milagro va a suceder.
Orar puede ser a menudo como tocar sólo el doblez de la ropa de Jesús y trae su propio poder sanador.

Para Reflexión:

  1. Mis dolores, sufrimientos, lo que me parece imposible (como caso de hija Jairo)
    ¿Aún así le presento a Jesús lo que vivo para que Él lo sane y libere?
  2. ¿Soy consciente de los Milagros que Dios hace en mi vida cada día? ¿Puedo reconocer algunos?

JESÚS SALVA CON UNA SOLA PALABRA (Mc.4, 35-40)

Existe un peligro, caos, se levanta un fuerte huracán, la expresión de ira de los discípulos lo despertaron diciendo:
«¿Maestro no te importa que nos hundamos?»
Ocurre en nuestra vida, nuestra fe se desvanece a la primera tormenta.
Como resultado, esta disminución, o pérdida de fe, da paso al temor. En tales momentos Jesús puede estar dormido pero su amor nunca nos abandonará.

SEÑOR: hay momentos que necesito oír tu voz ordenando paz y tranquilidad en medio de la tormenta.

Para Reflexión:

  1. ¿En qué momentos o situaciones de mi vida he experimentado peligro?
  2. Como los discípulos ¿he alzado mi voz despertando a Jesús? ¿Cómo se manifestó?
  3. En medio de lo que estamos viviendo en el país ¿Qué le estás pidiendo ahora?

VIVE PARA SEMBRAR, VIVE PARA DAR, VIVE PARA AMAR. (Mc.4, 26-34)

Dios no está lejos, ni apartado, está entre nosotros, en la vida diaria en lo cotidiano.
Nuestra tarea es ir sembrando semillas con amor para que duren hasta la eternidad.
Jesús nos enseña que es necesario plantar, luego Dios hará lo suyo en su tiempo, y el tiempo es un don de Dios, un regalo, todo tiene un camino y un proceso.
Vive para sembrar, vive para dar, vive para amar y confia en Dios más allá de todo tiempo.

Para Reflexión :
Cada persona hace su proceso, su camino y lo debemos respetar.

  1. ¿Qué me pide Dios? ¿Qué pretende Jesús?
  2. ¿Cómo Dios ha actuado en mi vida? ¿Cosas que no entendía, situaciones, experiencias, hasta después de un tiempo veo los frutos de lo vivido?
  3. Quizás no encontramos el ¿por qué?, siempre busquemos el ¿para qué?

EUCARISTÍA, MARAVILLA Y PRODIGIO DE AMOR (Mc.14,12-16.22-26)

Hoy se nos recuerda nuevamente el gran regalo que Jesús nos ha dado en la Eucaristía, Jesus se convierte en pan partido. El cáliz de la bendición es la sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por nosotros.
Como personas eucarísticas, nosotros debemos ser tomados, bendecidos, partidos y dados a otros, tal como hizo Jesús.
Su continua Presencia nos alimenta y a la vez nosotros alimentamos a los que nos rodean.

Para Reflexión:

  1. Jesús se nos da ¿Yo experimento esto?
    ¿Llevo a Jesús a los demás haciéndome pan partido y compartido?
  2. ¿Descubro a Jesús en los sufrientes como lo hago en el pan y el vino?

CELEBREMOS EL AMOR TRINITARIO DE DIOS (Mt. 28, 16-20)

La Santísima Trinidad es una Comunión de amor .Es un círculo eterno de amor entre las tres personas divinas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Nosotros hemos sido hechos a la imagen y semejanza de Dios, y sólo nos realizamos dándonos por amor a otros, y recibiendo plenamente el amor de Dios por nosotros que nos ama con un amor entrañable y gratuito
Sólo el amor puede dar sentido y sostener nuestra vida.

Para Reflexión:

  1. ¿Cómo Dios se hace presente en mi vida y me cuida?
  2. María también es camino, es icono para llegar a este amor .Toda nuestra vida está construida en este misterio del amor.
    Como María, ¿nos abrimos al amor de Dios? ¿Lo llevamos a los demás como ella lo hizo en su visita a su prima Isabel?
  3. María vivió momentos muy difíciles, la muerte de inocentes, la crucifixión de Jesús. Como ella ¿Me mantengo fiel experimentando la presencia de Jesús y la acción del Espíritu Santo en mí?

LA PAZ ESTE CON USTEDES (Jn.20 19-23)

La presencia, la experiencia del Resucitado ahuyenta los sentimientos negativos, miedo, desesperanza, tristeza y da una gran paz. Los discípulos se alegran de ver a Jesús, y experimentan la presencia del Espíritu Santo que transformó en alegría todo. Significó para ellos el fin del miedo y del temor. Las puertas de la comunidad se abrieron y salieron a predicar la Buena Nueva.

Para Reflexión:

  1. Los discípulos tenían miedo y estaban encerrados.
    ¿Cuáles son los miedos que me trajo la pandemia por los que me he encerrado?
    ¿Me quita o impide vivir la paz del Señor?
  2. ¿Cómo he anunciado la Buena Nueva (Evangelio) la semana que pasó?. ¿Cómo lo puedo hacer esta semana?

LLAMADOS A SER OTROS CRISTOS (Mc.16,15-20)

Cada uno de nosotros hemos sido llamados a esparcir y dar a conocer el amor de Dios, pasar la buena noticia a aquellos con quienes nos encontramos. Y todo esto, con la confianza de que Dios nos acompaña trabajando con nosotros.
Cada uno de nosotros es llamado a ejercer el ministerio de Jesús de un modo u otro. Somos llamados a ser «otros Cristos»; ser personas que desean dar a conocer y repartir el amor de Dios.

Para Reflexión:

  1. ¿Proclamo la buena nueva por la manera en que vivo, siendo una bendición para el mundo que Dios ha creado?
  2. ¿Conozco suficientemente el Proyecto de Jesús?
  3. ¿Qué me falta para madurar más en la fe?