Estamos diariamente invitados a la mesa de la Eucaristía, a comer el pan de la vida eterna. Alimento espiritual que nos ayuda a vivir en la presencia de Dios.
Acercarnos, caminar hacia Jesús a recibirlo, es un don, Dios envió al mundo a su hijo para darnos vida.
Quien cree, tendrá vida eterna, quien coma de este pan, vivirá para siempre.
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Jesus es pan de vida para ti? Es tu alimento? Llenas tu alma de Él y sientes como va transformándote?
- ¿Te acercas a su mesa a recibirlo con alegría, y devoción ?¿Sientes la necesidad de compartir está experiencia con los demás?
- ¿Cuándo fue la última vez que reconociste a Jesús al partir el pan?